MADUREZ HUMANA Y CRISTIANA DEL CATEQUISTA

MADUREZ HUMANA, CRISTIANA Y APOSTÓLICA DE LOS CATEQUISTAS.

 

Hola Queridos Catequistas!!

Parte importante de la formación de los  Catequistas, es la parte Humana y Espiritual. Jesús fue una persona muy humana, muy sensible a la gente. Así, debe ser el catequista.

Apoyado en una madurez humana inicial, el ejercicio de la catequesis, constantemente discernido y evaluado, permitirá al catequista crecer en equilibrio afectivo, en sentido crítico, en unidad interior, en capacidad de relación y de diálogo, en espíritu constructivo y en trabajo de equipo. El autoconocimiento y la autoformación procura que el ejercicio de la catequesis alimente y nutra la fe del catequista, haciéndole crecer como creyente; por eso, la verdadera formación alimenta, ante todo, la espiritualidad del propio catequista, de modo que su acción brote, en verdad, del testimonio de su vida: “Uno catequiza a los demás catequizándose antes a sí mismo”.

CATEQUISTA CON UNA FE ADULTA.

El catequista ha de ser, ante todo, un hombre de fe, un discípulo de Jesucristo que conoce y vive el mensaje liberador del Evangelio que tiene que transmitir. Ha de ser capaz con su propia vida, de dar testimonio de la fe que profesa y vive en la Iglesia. La actitud de base del catequista debe ser la del creyente que comparte su fe. “Se le pide estabilidad y coherencia en su propia opción de fe y de pertenencia a la comunidad eclesial, y que madure como persona espiritual en la concreción de los compromisos, de modo que su testimonio personal sea su primera palabra a la que se una la competencia “profesional”, es decir, la capacidad de llevar un camino catequético con sus hermanos”.

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BIBLIOGRAFÍA:

$ Texto Didáctico “La Formación Integral y sus Dimensiones”. Colección Propuesta Educativa No. 5, Abril de 2003. ACODESI en www.acodesi.org.co

$ Texto Dimensiones del hombre.

Consultado en www.pochicasta.files.wordpress.com/2009/11/dimensiones-hombre.pdf, el 31 de Julio de 2012.

 IDENTIDAD DEL CATEQUISTA

La figura del catequista ha adquirido en el curso de los siglos varias funciones, ejemplo, si la catequesis es una transmisión de ideas el catequista es un maestro, pero si, su objetivo es la madurez de la fe del destinatario, estaremos hablando de que el papel del catequista es el de ser acompañante de un proceso, etc.

* “El catequista es un agente de pastoral que, teniendo madurez humana y cristiana de base y una cierta competencia pastoral, en nombre de la comunidad eclesial a la que pertenece por él envió del obispo o de un delegado, promueve y guía un itinerario orgánico y progresivo de formación cristiana, para un determinado grupo de destinatarios”: Diccionario de catequética1.

* “El catequista es, por tanto, un formador de base, un “iniciador” que facilita la educación de los fundamentos de la fe: ” Esta formación básica y fundamental es, sin embargo integral, y está, por tanto, “abierta a todas las esferas de la vida cristiana”. Ha de enseñar a conocer la fe, a vivirla, a celebrarla y anunciarla. El catequista, en consecuencia, no es un especialista en un determinado aspecto del cristianismo, sino un iniciador en todas las dimensiones o aspectos de la fe. Es como un maestro básico de la fe que proporciona la primera educación integral, la más elemental, pero seguramente la más duradera”: Nuevo Diccionario de Catequética2

* “El catequista es intrínsecamente un mediador que facilita la comunicación entre las personas y el misterio de Dios, así como la de los hombres entre sí y con la comunidad”: Directorio General para la Catequesis3

* Los catequistas son “agentes especializados, testigos directos, evangelizadores insustituibles, que representan la fuerza fundamental de las comunidades cristianas, especialmente en las Iglesias jóvenes”: Redemptoris Missio4BB

* “El catequista es un creyente llamado a anunciar el evangelio, en la Iglesia, al servicio del hombre, como maestro, educador y testigo, para el crecimiento de todos”: La Formación de los Catequistas en la Comunidad Cristiana5

* “El catequista es un laico que ejerce su ministerio en la Iglesia sin renunciar a su particular condición, por la cual, inmerso en las realidades temporales y comprometido en su transformación a la luz de la fe, comparte con los hermanos su mismo estilo de vida”: Testigos y servidores de la palabra. Manual de formación catequética6

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1 L. SORAVITO, Catequista, in Joseph GEVAERT, Diccionario de catequética, Elledici, Leumann, 1986.

2 R. LÁZARO RECALDE – V. Ma. PEDROSA ARÉS – NAVARRO GONZÁLEZ Ma. – SASTRE GARCÍA J., El Catequista, Nuevo Diccionario de Catequética, vol. I: A-I, San Pablo, Madrid, 1999.

3 El texto integral es tomado de Congregación para el clero, Directorio General para la Catequesis. Editrice Vaticana, 1997.

4 JUAN PABLO II, Carta encíclica Redemptoris Missio (7 diciembre 1990): AAS 83 (1991), pp. 249-340. en todo el presente documento aparece como RM.

5 El texto integral utilizado es tomado de Conferencia Episcopal Italiana – Comisión para la Doctrina de la Fe y la Catequesis, La Formación de los Catequistas en la Comunidad Cristiana, CEI, Roma, 1982.

6 El texto es tomado de Departamento de Catequesis del Consejo Episcopal Latinoamericano, Testigos y servidores de la palabra. Manual de formación catequética, CELAM, Bogotá, 2003.

El catequista es un profeta porque gracias al Bautismo y a la Confirmación participa de la misión sacerdotal, profética y real de Cristo. Antes que maestro -que también lo es-, esta llamado personalmente a anunciar la Palabra de Dios, no como un mero suplente del sacerdote, sino como un verdadero testigo de Cristo en la comunidad a la cual pertenece con la estatura propia del laico cristiano, que tiende de manera constante y permanente a la adultez en la fe.

IDENTIDAD Y MISIÓN: Ser catequista es una vocación. El catequista es un servidor de la Palabra. El catequista es un educador en la fe. El catequista es un mensajero de Jesucristo, el salvador.

* “El cristiano elegido, formado y enviado por Dios a través de la comunidad cristiana para que en actitud de dialogo, con su testimonio y la palabra de Dios, ayude a los hombres a descubrir y aceptar a Jesús en la vida diaria”: Directorio Nacional para la Evangelización y catequesis7.

El catequista es el hombre y la mujer, maduros en su fe, auténticos guías, personas con capacidad crítica, con cualidades para organizar y con gran sentido de creatividad, han llegado a ser signo, que construye la Iglesia y fomenta la comunión, gracias a la conciencia profunda de su vocación y a la calidad evangélica de su servicio.

Podemos concluir diciendo que en nuestros días, el catequista se define como un educador creyente que facilita los procesos integrales de educación cristiana. Podemos decir que el catequista es una persona amada por Dios, es un creyente, persona madura en su fe, es un testigo del encuentro con el Señor, el catequista profeta se reconoce enviado, es una persona de su tiempo que asume la cultura con una visión dinámica del hombre y del mundo; lo que exige cada vez más, pasar de una catequesis tradicional a una catequesis renovada.

 Tallerista: Maria Teresa Penagos

 

 

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