Ni por un millón de dólares
Un periodista visitó un día a la madre Teresa de Calcuta mientras ella estaba ocupada en curar a un enfermo en un estado verdaderamente repugnante. “Yo no haría esto” – dijo el periodista a la madre Teresa – ni por un millón de dólares” “Por un millón de dólares tampoco yo lo haría”, respondió la madre y siguió en su tarea tan repugnante para el periodista pero lo más natural para ella que veía en el enfermo el mismo rostro de Jesús…
Cuando nos presentaremos delante de los ojos de Dios, lo principal criterio de juicio, al que estaremos sometido es el amor: “Seremos juzgados por el amor” por la semejanza que hemos adquirido, a lo largo de nuestra vida, del rostro de Jesús.
Él mismo nos juzgará diciendo: “Tuve hambre y me dieron de comer…..Cuando lo hicieron a una de estos mis hermanos más necesitados, a mí me lo estaban haciendo” (Mt 25,31-46).No nos preguntará si hemos recibido el bautismo cristiano, ni tampoco si tuvimos fe en Dios, lo que contará en aquel momento será el amor que hemos demostrado a nuestros hermanos. “Dios es amor. Quién ama conoce a Dios” (1 Jn 4,7-8).
Pedro Chinaglia Salesiano (SDB)
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