EL DIABLO SE CASA

 

Un día el diablo decidió casarse. Quería tener muchos hijos, yernos, nueras, nietos, bisnietos, tataranietos.

Se casó, pues, con una mujer llamada INJUSTICIA, de la cual tubo siete hijas.

A la primera la llamó SOBERBIA y la dio como esposa a los gobernantes.

A la  segunda la llamó CODICIA, y la ofreció como esposa de los ricos.

A la tercera la llamó MENTIRA, y la ofreció como esposa a los pobres.

A la cuarta la llamó ENVIDIA, y la dio como esposa a los artistas.

A la quinta la llamó HIPOCRESÍA, y la casó con los frailes, religiosos y monjas.

A la sexta la llamó VANIDAD, y la entregó a las mujeres.

A la última la llamó LUJURIA, y quiso que fuera soltera, para dejarla a disposición de todos.

Cada quien vea con cual hija del diablo está casado, y no olvides que estamos emparentados con todas las demás hijas.

Jesús decía a los judíos:

Si Dios fuera el Padre de ustedes, me amarían porque yo salí de Dios y he venido de parte suya. ¿Por qué no entienden mi lenguaje?

Ustedes son hijos de su padre que es el diablo; le pertenecen a ‘el y desean complacerle en sus deseos (Jn 8, 44)

Esta reflexión nos ayudará a darnos cuenta si nos hemos casado con una de estas hijas del diablo, y si así fuera; hoy es el momento para divorciarnos y tomar por esposo a Jesús y por Padre  a Dios.

Tomado del libro. Cuéntame un ejemplo