¿Tú, no vas a morir?
El marido era un hombre robusto, de la voz fuerte y los modales ásperos. Ella, la esposa, era una mujer dulce y delicada. Se habían casado. A él no le hacía faltar nada, y ella cuidaba de la casa y educaba a los hijos. Los hijos crecieron, se casaron y se alejaron de sus padres. Una historia como tantas. Pero cuando todos los hijos se fueron de la casa, la esposa perdió su sonrisa, se hizo siempre más sutil y casi transparente. No podía ya comer y en poco tiempo no se levantó más de la cama. El marido preocupado la llevó a un hospital. Llegaron a visitarla los médicos y doctores más competentes y famosos. Nadie lograba descubrir el tipo de enfermedad que ella tenía. Sacudían la cabeza y se decían: “¿Quién sabe?”
El último especialista, que la visitó, le dijo por separado al marido: “Yo diría, con toda franqueza, que su esposa no tiene ya ganas de vivir. Es por eso que ningún remedio le puede servir”. Sin decir una palabra aquel hombre vigoroso y grande, se sentó al lado de la cama de su mujer, la tomó de la mano y, con su voz fuerte, le dijo decididamente: “Tú no morirás”.
“¿Por qué?” le preguntó con un hilo de voz su mujer. “Por qué yo te quiero y no puedo vivir sin ti”. Y, entonces, la esposa, sonriendo y con un filo de voz, le contestó: “¿Por qué no me lo dijiste antes?” Y de aquel momento comenzó a estar mejor.
“No basta amar”, decía Don Bosco. Los jóvenes tienen que darse cuentas que los amamos. “Procura hacerte amar” le decía Don Bosco a Don Miguel Rua, al enviarlo como director a un Colegio de muchachos. Si los jóvenes se sienten amados aceptan a sus educadores y creen en lo que le dicen y aprender los valores que les quieren enseñar. Pero si no se sienten amados, de nada sirve todo el esfuerzo para educarlos; si no aceptan al educador no va a aceptar nada de lo que se les dice. Se cierran en sí mismos y no se dejan educar.
Chinaglia Salesiano (SDB)
ES muy cierto, cuando un niño le demuestras Amir y confianza el te pone más atención en lo que una enseña, en el trayecto de la catequesis se ven hermosos resultados.
Buenas tardes Paty.
Esto es lo que queremos desde el CAEIE, ayudar a los catequistas en hacer conciencia que el Ministerio de la catequesis requiere de mucho amor y compromiso.
Así Pty. En estos tiempos que vivimos, los niños necesitan de mucho Amor y en la catequesis los niños tienen que sentirse amados por ustedes y en ustedes ver reflejado el Amor de Dios. Dios te bendiga.
ES muy cierto, cuando un niño le demuestras Amor y confianza el te pone más atención en lo que una enseña, en el trayecto de la catequesis se ven hermosos resultados.
Exacto, estamos a sus ordenes en seguir trabajando para la catequesis.
Yo creo que los niños nesecitan sentir que el mendsaje que estamos dando.que sea real obiamente el testimonio es muy importante.y eso se refleja en nuestro rostro mov de manos nuestro cuerpo.ojos y la sonrisa.yo soy catequista y me gusta evangelizar con la biblia y el catesismo de la iglesia.cuentos etc.les envio un abrazo .