Seremos tus brazos, Señor
Durante la guerra civil en España, una bomba destruyó una iglesia. El crucifijo quedó mutilado de los dos brazos. Al concluir la guerra, los obreros que reconstruyeron aquel templo, repusieron la estatua del crucifijo en su lugar pero no quisieron pegarle los dos brazos rotos; dejaron el crucifijo mutilado. En cambio, al pie de la cruz grabaron esta inscripción: “Jesús, queremos ser tus brazos”.
Dios no interviene directamente a resolver nuestros problemas; quiere servirse de nosotros que somos sus brazos, sus manos y su corazón, para que el mundo crea que Dios nos ama. ¿Cómo podríamos creer que Dios es padre si al llegar a este mundo no encontráramos el amor de nuestros padres y hermanos?: El que no recibe amor desde niño con gran dificultad podrá un día creer que Dios lo ama.. “Hijos míos, no amemos de puras palabras y de labios afuera, sino verdaderamente, con obras”. (1 Jn 3,18)
Pedro Chinaglia Salesiano (SDB)
Muy buen aporte, muy recomendable! Un cordial saludo.
Igualmente Nadia.
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