AYUNO Y LA ORACIÓN ACRECIENTAN LA GRACIA EN EL CATEQUISTA

La Importancia de la Oración y el Ayuno

 

 

 

Un catequista no podrá mantener un ministerio eficaz sin una vida de oración y ayuno. La oración es uno de los temas más mal entendidos. Sin embargo es uno de los temas más fáciles de aprender y practicar. Se cree que la oración debe ser triste, larga, dificultosa y llena de aflicción, etc. ¡Esto no es así! Un buen evangelista busca la dirección y el consejo de Dios mediante la comunicación y esta comunicación la llamaremos la oración.

¿Qué es orar? Orar es comunicarse (hablar) con Dios. Tú no necesitas estar en cierto lugar o en alguna posición en particular para orar. No tienes que tener tus manos juntas solo repitiendo ciertas palabras en credo. Orar es simplemente tu diciendo a Dios lo que está en tu corazón, mente y alma. Cuando te dispongas a ganar almas para Dios, aunque todas son de él, es importante e indispensable pedir su consejo, recuerde que no debemos depender de nuestras fuerzas y de la capacidad del orador.

Lo más importante es tener el fuego encendido en todo nuestro ser. ¿Para qué es la oración? Los cristianos somos llamados a una vida de dependencia de Dios en oración, mientras se enfrenta en este mundo contra un enemigo mañoso, astuto, y sagaz, en una tremenda lucha espiritual. La oración debe ser pronunciada en el nombre de JESUCRISTO, sin él, ningún pecador puede tener acceso ante el señor, el creyente que ama el hacer discípulo debe tener presente lo siguiente con respecto a la oración: La oración acerca tu espíritu más a Dios: Cuando oras, te estas acercando más a Él (Santiago 4:8 dice: “Acercaos a Dios, y él se acercará  a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”). Según te acercas más a Dios, serás hecho más a su semejanza.

 

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