COMO CATEQUISTAS, QUE DEBEMOS ENTENDER POR ESPIRITUALIDAD

¿Qué entendemos por ESPIRITUALIDAD?

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Qué entendemos por ESPIRITUALIDAD

La espiritualidad cristiana hay que situarla en la propia identidad del cristiano, en su vocación. Que brota del BAUTISMO.

Es decir, que la espiritualidad cristiana tiene que ver con la vocación cristiana, con mí ser de cristiano en su totalidad y no en una dimensión de mí ser. La espiritualidad, así entendida, abarca a toda la persona.

Varios autores nos lo dicen con más claridad:

  1. A. Estrada: la vida según el espíritu, es decir, la forma de vida que se deja guiar por el Espíritu de Cristo.
  2. Gamarra: sinónimo de vivir bajo la acción del Espíritu.
  3. Gutiérrez: es una forma concreta -movida por el Espíritu – de vivir el evangelio.

La descripción de la espiritualidad del catequista, propuesta por el catequeta Gaetano Gatti. Es una fórmula clara y completa,

“La espiritualidad del catequista se debe entender como una dimensión permanente, que alcanza de modo orgánico, unitario y coherente su persona, preside y anima los diversos momentos de su obrar, implica las opciones pedagógicas y metodológicas, promoviendo una síntesis entre su vida y la fe, su ser y su obrar, y así hacer más transparente y creíble la propia experiencia cristiana en la comunidad”.

Nadie da lo que no tiene. Para transmitir fielmente el mensaje de Dios debes llenarte de Dios: ser una persona con una profunda vida interior, que reconoce el valor de la oración y que ama profundamente a Jesucristo y a su Iglesia. Este amor forzosamente se reflejará en tu trabajo de catequesis.

Espiritualidad de la actividad catequística

La espiritualidad que caracteriza a un catequista, como cualquier otra espiritualidad cristiana, está marcada por las notas propias de su misión. No se trata de espacios de espiritualidad vividos al margen de esa misión, como si uno hiciera un paréntesis íntimo para dedicarse a Dios y la tarea catequística no fuera “espiritual”.

Ese impulso de amor se vive tanto en la soledad como en el encuentro con el hermano, tanto en el recogimiento como en la actividad.

Por eso, cuando el catequista tiene un momento de contemplación en la oración, eso que contempla permanece en su corazón cuando va a dar catequesis, y lo vive en la misma actividad catequística. Es más, eso que se contempla en la oración se hace más maduro cuando se pasa a la acción; se enriquece, se expresa, se aplica, se profundiza, se proyecta y crece en el ejercicio de su ministerio catequístico. La espiritualidad es el dinamismo del amor que el Espíritu infunde en nuestros corazones e impregna toda nuestra vida.

Una respuesta a “COMO CATEQUISTAS, QUE DEBEMOS ENTENDER POR ESPIRITUALIDAD”

  1. uvaldo dice:

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