EL LIDERAZGO EN LA CATEQUESIS

ELEMENTOS BÁSICOS DE UNA COORDINACIÓN

 

 

ELEMENTOS BASICOS DE LA COORDINACION  Archivo descargable

LAS RANAS EXIGEN UN REY

 Las ranas sufrían del desenfreno y libertinaje que reinaba entre ellas y mandaron enviados a Zeus, para que les confiera un rey. Vio Zeus su inocencia y les arrojó un tronco al medio del lago. Al principio se asustaron las ranas por el ruido del golpe y se sumergieron hasta el fondo del lago. Pero luego de un tiempo cuando el tronco flotaba tranquilamente sobre las aguas aparecieron nuevamente en la superficie y comenzaron a despreciarlo y llegaron a tal punto que se subieron sobre el para sentarse.

Se entristecieron las ranas al ver que tipo de rey habían recibido y volvieron a presentarse ante Zeus reclamándole que les cambie el líder por otro, ya que el que tenían era demasiado débil.

Al oír esto, Zeus se enojó y le mando como rey a una serpiente de agua, que atrapo a las ranas y se las comió.

Extracto de “La fábulas de Esopo”

Todo aquel que aspira marcar una diferencia positiva en el ámbito de los negocios, la política, el deporte, la religión, etc., necesitará primero ser investido de autoridad. Los atributos de esta investidura no son decorativos, sino emblemáticos, significativos.

Si un coordinador de catequesis parroquial no sabe cómo hacer que su visión se concrete, es solamente un soñador.

Liderazgo es la capacidad de transformar la visión en realidad.

Para hacer realidad una visión, el coordinador necesita que su gente le crea y la credibilidad de cualquier plan está muy relacionada con la credibilidad del coordinador. La credibilidad del coordinador es prioritaria sobre el plan parroquial y sobre cualquier aspecto de organización parroquial que se quiera implementar.

Recordemos el pasaje bíblico que cuenta los problemas de un líder al que se le encomendó una misión prácticamente imposible. Este hombre llamado Moisés, de 80 años de edad, debía interceder ante Faraón (máxima autoridad mundial de su tiempo) y convencerlo sobre la conveniencia de dejar en libertad a toda una nación de más de 2 millones de esclavos. Esta mano de obra barata y capacitada era vital para el sostenimiento de la inmensa riqueza y majestuosidad del imperio egipcio. Sin embargo Moisés, no estaba preocupado por su credibilidad ante Faraón, sino que su preocupación, ciertamente muy acertada, estaba centrada en su posición frente al pueblo que se le había encomendado liberar. Es posible que Moisés haya pensado: si los ganadores de este momento de la historia no creen en mí, cómo convenceré a los perdedores.

A causa de esta preocupación, le fueron revelados los elementos que harían que la gente reconozca su autoridad. Dios le preguntó a Moisés: ¿Qué tienes en tu mano? Y Moisés respondió: una vara. Desde la antigüedad la vara ha sido una señal de autoridad, que con el tiempo fue perfeccionándose hasta tomar la forma de bastón de mando, cetro o báculo episcopal. Eso implica una señal de la autoridad que le ha sido delegada, pero para quienes están bajo su autoridad, la vara representa cuatro cosas elementales que van a exigir del líder:

LA VARA SIGNIFICA TAMBIÉN CUATRO ELEMENTOS BÁSICOS QUE EL LIDERAZGO DEBE BRINDAR
1) Apoyo para mantener el equilibrio

 

1) Estabilidad.
2) Instrumento justo de medida.

 

2) Justicia.
3) Elemento de protección y seguridad.

 

3) Seguridad.
4) Palanca para mover cosas pesadas.

 

4) Soluciones.

La gente espera un liderazgo equilibrado.

Los líderes tambaleantes no pueden esperar que su gente los sostenga todo el tiempo. La responsabilidad de su posición debe manifestar un alto grado de equilibrio estable, ante los movimientos externos. El camino hacia la excelencia que transitamos, tiene algunos tramos cuesta arriba y otros hacia abajo. Quien acepta la autoridad, recibe la vara que debe utilizar para avanzar, debe tener un equilibrio dinámico. Significa que debe dejar de apoyarse en el pasado si quiere de verdad construir un futuro. No estoy hablando de olvidar por completo nuestras experiencias anteriores, sino mantener el equilibrio estable en movimiento, para avanzar hacia el futuro. Nadie es llamado a una posición de autoridad para luego escucharlo lamentándose por falta de apoyo. Para eso se le ha entregado una vara y la gente espera que sepa usarla. El equilibrio estático es muy fácil de lograr. El equilibrio dinámico requiere mayor habilidad. Si el líder es desequilibrado e inestable, su liderazgo también será inestable.

La gente espera un liderazgo con medidas justas.

La vara se utilizaba también como un instrumento para medir con justicia. Tener una vara patrón evitaba la arbitrariedad de medir todas las cosas con pasos, palmos, codos y pies. Actualmente estas medidas se ajustan a una norma. Aquellas que no se ajustan son anormales, arbitrarias y en consecuencia injustas. La justicia es lo que mantiene la paz y la unidad en cualquier grupo, equipo o nación.

Se espera que el líder tenga la capacidad de medir con justicia, sin arbitrariedades y aplicando normas parejas para todos, sin privilegios de ningún tipo. Todo se debe medir con la misma vara, con aquella que representa la justicia. Que un líder pierda su imparcialidad, es vergonzoso. Cuando un líder pierde la vergüenza, la gente le pierde el respeto y se divide buscando su propia conveniencia.

La gente espera un liderazgo que les brinde protección y seguridad.

 La vara del pastor, su báculo, es un emblema de defensa y seguridad. Se espera que ante la amenaza de un lobo, coyote u otro intruso, la vara entre en acción. Aquellos que cuentan con autoridad deben velar por la seguridad de aquellos que se les ha confiado. La intimidación externa siempre se presentará cuando un equipo parroquial se lanza en busca del crecimiento y la excelencia. Es ingenuo pensar que no se presentarán resistencias activas para impedir que se alcancen las metas. Siempre que se intenta superar algo, se incomodará a alguien. Los deportistas y las empresas lo saben. No se conquista un torneo o un mercado sin luchar con otros. Los líderes deben defender su gente, pues para eso han recibido la vara. Las empresas y los deportistas tienen competidores y obstáculos. ¿No los tendrá también la catequesis parroquial?

4) La gente espera que el liderazgo tenga capacidad de vencer la inercia.   

La palanca es una herramienta elemental que se estudia en la física clásica y consiste simplemente en una vara. Su principio básico implica una multiplicación de la fuerza. Mediante ella se logra vencer la inercia de cosas pesadas, que sin ella no se podrían mover. El líder es un facilitador, no puede detenerse ante la dificultad que implica mover obstáculos que se interponen a sus metas. Moisés usó su vara para hacer milagros y la gente espera milagros de sus líderes. Confían en que sus fuerzas superarán el promedio. Su capacidad para mover cosas pesadas (hablando metafóricamente) es lo que los sacará de esa mediocridad. El líder debe tener el poder de simplificar lo que es difícil para la gente y liberarlos de pesadas cargas. Un equipo parroquial, se fortalecerá cuando observe un modelo de fortaleza. No estoy hablando de carisma en este caso, sino de fortaleza de voluntad, moral, intelectual y emocional. Esto implica contar con la habilidad de multiplicar las fuerzas, para alcanzar soluciones aún en las situaciones que llevan mucho tiempo estancadas.

Nunca se conoce el verdadero carácter de las personas hasta que se les da autoridad.

CONTINUAREMOS

 

 

 

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