PENSAR LA CATEQUESIS: ME GUSTARÍA ACOSARLA . PERO NO LO VOY HACER?

Claro que me gustaría acosarla. Pero no lo voy a hacer 

Era un psicólogo y contaba que en su consultorio llegó, un día, una mujer muy……..liberal. Al cabo de un rato, aquella joven descarada le dijo: “¿A usted no le gustaría acostarse conmigo?”. El psicólogo le contestó inmediatamente:” sí, me gustaría, pero no lo voy a hacer” La respuesta impresionó a aquella mujer acostumbrada a otras reacciones. Conociendo la honestidad del psicólogo quizás se esperaba un rechazo indignado, como: “¡Pero! ¿Qué está diciendo señorita”? “no, por Dios, de ninguna manera me gustaría” ¿Qué está diciendo? Pero habría sido una mentira, porque la mujer era muy atrayente y le habría gustado de veras aceptar su invitación.. “Pensé, afirmó el psicólogo – con toda sinceridad, que no era una culpa que me gustase aunque sí, habría sido un pecado cometerlo.. La mujer quedó sorprendida por la sinceridad del psicólogo y le contestó con la misma franqueza: “es usted el primer psicólogo honrado que he encontrado”. Este psicólogo está diciendo lo mismo que Jesús. En el evangelio de Marcos, textualmente así: “Nada de lo que de fuera entra en el hombre puede hacerlo impuro porque no entra en su corazón.,……Lo que sale del hombre, eso lo hace impuro, pues, del corazón del hombre salen las malas intenciones: inmoralidad sexual, robos, asesinatos, infidelidad matrimonial, codicia, maldad, engaños, vida viciosa, envidia, injuria, orgullo y falta de sentido moral. Todo esto viene del corazón del hombre y lo mancha”. (Mc 7,18. 20-21) Por corazón del hombre se entiende los actos libres y responsables, los actos que el hombre realiza con plena advertencia y deliberado consentimiento. Nunca son pecados las fantasías que pasan por la mente, los deseos espontáneos que nos pueden también molestar y constituir una tentación peligrosa. Son pecados solamente los que dependen de nuestra libre voluntad. También Jesús fue realmente tentado y a lo largo de toda su vida, no solamente en una ocasión en el desierto al comienzo de su vida pública. La tentación es una situación humana; lo que es inhumano es caer en la tentación. El pecado es inhumano porque consiste, exactamente, en cometer todo lo que perjudica a la persona humana.

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